Llevo poco tiempo viviendo en Jerez y no soy aficionada a los toros, así que no me condenen si confieso que hasta hace muy poco no sabía quién era Álvaro Domecq, más allá de la avenida que lleva ese nombre en la ciudad. He estado varias veces en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre viendo bailar a los caballos andaluces, pero tampoco conocía la historia de esta institución. Sin embargo hace unas semanas, la inquieta Lola Rueda me habló de don (ella siempre le da este tratamiento respetuoso) Álvaro Domecq Romero (hijo del que da nombre a la Avenida) y su gran labor en favor de la ciudad, entre otras muchas cosas, como fundador de la Real Escuela que lleva el nombre de Jerez por todo el mundo. Me dijo que pretendía hacerle un homenaje por esa gran contribución que ha realizado don Álvaro durante tantos años, sin darse importancia, y sin esperar un reconocimiento.

Emocionado Álvaro Domecq